Así es, leyeron bien, están regalando plata. Pero como pueden sospechar, no es para nosotros. Así fue el ejemplo chileno de hacer una constituyente. Regalaron plata que no tenían y no solucionaron nada.
Los políticos se llevaron para la casa unos 300 millones de soles, cerca de 77 millones de dólares. ¿Y lograron arreglar su casa? Por supuesto que no. No pudieron arreglar ni siquiera el baño.
¿Qué podemos aprender de este ejemplo? No solo que es una mala idea y que no funciona, si no que también cada uno puede influir en la decisión atreviéndose a decir que no.
En el Perú también debe primar el sentido común. No permitamos que nos demuelan la casa, porque no funciona y es un negocio, no para nosotros. Ellos regalaron lo que no tenían y nosotros tampoco tenemos nada para regalar. Usemos la plata en solucionar nuestros problemas: Combatamos la delincuencia, busquemos a nuestros desaparecidos y acabemos con la corrupción. No llenemos el bolsillo de los políticos, que a nosotros no nos van a regalar un solo sol.