La reciente sentencia de 4 años y medio de prisión al exgobernador de Junín, Ángel Unchupaico, por negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo, resalta la urgencia de reflexionar sobre nuestras elecciones y la calidad de quienes ocupan roles públicos. Unchupaico fue hallado culpable de designar a Freddy Samuel Fernández Huayhua como director regional de Asesoría Jurídica, a pesar de no cumplir con los requisitos para el cargo.
La sentencia, que impone una pena suspendida de 4 años de prueba, inhabilitación para ocupar cargos públicos, 180 días multa y una reparación de 10 mil soles, pone de manifiesto la importancia de seleccionar a líderes éticos y capaces. No es la primera vez que Unchupaico enfrenta la justicia; el año pasado, fue condenado por lavado de activos, con una pena de 8 años de prisión efectiva si se confirma en segunda instancia.
Este caso subraya la necesidad de que como sociedad aprendamos a elegir con responsabilidad a nuestros representantes. En varias ocasiones, hemos visto cómo líderes electos se ven envueltos en casos de corrupción y mal manejo, lo que afecta directamente la confianza en nuestras instituciones.
Es esencial que como ciudadanos asumamos un papel activo en el proceso electoral, informándonos sobre los antecedentes y la integridad de los candidatos. La capacidad de elegir a líderes honestos y competentes recae en nuestras manos. Después de todo, la queja posterior no es suficiente; es necesario actuar desde el principio para evitar que individuos con antecedentes ocupen roles públicos destruyan aún más nuestras instituciones.