En el Perú, siempre vemos la pelea política, pero la política no ve los reales problemas del pueblo.
Nikolás Quispe Olivera es un niño de 7 años que fue diagnosticado el año 2018 con autismo moderado. La recomendación de especialistas es que Nikolas acuda a un colegio de niños que no presenten condiciones distintas, pero no se lo permiten.
En estas circunstancias, los derechos de Nikolás se ven vulnerados. Su familia intenta de que lleve una vida normal, pero la política y la burocracia se lo niegan, como a muchas familias del Perú. Los niños desnutridos y con anemia infantil, son invisibles porque ninguna autoridad ha hecho nada para impedirlo. También los niños con ciertas discapacidades. Los trámites son engorrosos. Las trabas burocráticas abandonan a nuestros pequeños invisibles. Nuestros niños no pueden educarse y creamos generaciones vacías, frustradas. Las gestiones se hacen solo en Lima, pero los problemas están en todo el Perú. No somos tomados en cuenta ni por el Estado, ni por las grandes empresas, queremos vivir. Y para vivir, nuestros niños deben estar primero.
