Sufrimos por la mala política, sufrimos por la corrupción y tenemos por delante una nueva elección. ¿Qué hacemos? Elijamos bien, atrevámonos a cambiar e influyamos en nuestros cercanos. Busquemos a los culpables y barramos con ellos. Está en nuestras manos.
Atreverse: Siempre esperamos a que alguien haga algo por nosotros. Es momento de que seamos nosotros quienes hagamos. Nadie va a acabar con la corrupción si nosotros no lo hacemos. Nadie se va a preocupar por nuestras necesidades si nosotros no lo hacemos.
Si Perú tiene un tumor maligno, que es la mala política, la corrupción o la delincuencia, es porque no nos hemos atrevido a extirparlo.
Influir: Conversemos con nuestras familias, nuestros hijos, padres, tíos y abuelos. Conversemos con nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo y compañeros de estudio. Podemos influir en las decisiones de nuestros cercanos para acabar con la corrupción y decirle basta a la política cancerígena.
Elegir bien: No da lo mismo quién. Tenemos que barrer con los políticos, con aquellos que nos tienen en donde estamos. Está en nuestras manos elegir bien. No elijamos corruptos. No elijamos incapaces. Al menos si no sabemos qué elegir, podemos determinar que es lo que no queremos. Depende de nosotros tener una mejor política, una que se preocupe por nosotros y no por sus bolsillos.
