Después de tres décadas vergonzosas en el Congreso, las formas de comunicarse y llegar a acuerdos han cambiado mucho con el avance de la tecnología. Compartimos videos, memes, imágenes de distinta índole. Algunos usan las redes sociales para compartir sus fiestas, amistades y viajes. Otros las usan solo por diversión. Pero nos hemos preguntado ¿cómo es la conversación de Whatsapp entre dos congresistas?
– Hola. ¿Vienes a la reunión de hoy?
– ¿Tenemos reunión hoy? Mi asesor no me avisó.
– Por supuesto, tenemos que discutir si cobramos más impuestos o no. Nos falta platita.
– ¿Qué vamos a hacer? Cuéntame
– Para subirle el sueldo a Carlitos, mi amigo, que trabaja en el Gobierno Regional.
– Si es por eso, yo también quiero arreglar a algunos de los míos.
– Viste, es fácil hacer política. Para qué complicarse. Nos arreglamos los dos.
– Me parece perfecto.
– ¿Salimos a tomar algo después de la sesión? Hagámosla cortita, para aprovechar el día.
– Obvio, te acompaño. ¿Se suma alguien más?
– ¿Y si vamos donde unas señoritas quizás? Platita hay, así no le decimos a tanta gente.
– Hablémoslo en la sala. Nos vemos
Ustedes pueden imaginarse perfecto entre quienes es esta conversación. No necesitan nombres. Todos sabemos quiénes son.
Jubilar a la casta política depende de nosotros. El candidato perfecto no existe. El candidato perfecto eres tú: El que dejó la comodidad, se atrevió a decir lo que piensa y se cansó de estar cansado de que nada cambie.